viernes, 9 de mayo de 2014

El camino Si algo merece la pena, lucha por ello

El camino
Si algo merece la pena, lucha por ello

Este año el tiempo nos acompañó. La gente que conocimos el año pasado, no pudo venir y no sabia que con quien os encontraríamos y a quien conoceríamos. Este año, me ha valido para ordenar la cabeza y reflexionar. No ha sido tan intenso como el año pasado, pero fue increíble.

 El día 14 de abril, el tren nos llevo hasta Ponferrada y de ahí, en un microbús apretados como sardinas, llegamos a Piedrafita. Decidimos subir a pie hasta O Cebreiro.

 No sabíamos con quien nos encontraríamos, pero yo esperaba que fueses españoles, ya que mi ingles es de estilo supervivencia….. Pues no, los primeros con los que empezamos a hablar, una coreana, Charlotte y dos chinos. Cena de rigor en O Cebreiro, un "plataco" de huevos fritos patatas y chorizo y de postre queso del lugar con miel.
1ª Etapa - O Cebreiro - Pintin (36 km)

A las 7 am estábamos en pié. Nos esperaban unos cuantos km, la idea era llegar a Triacastela, comer y continuar andando hasta las 6 de la tarde.

Bajando por un camino hacia Triacastela, levante la vista y ahí estaba. Subia una rubia imponente que no me quitaba la vista de encima. Me aparte hacia la izquierda para dejarla pasar pero cuando casi estaba a mi altura, da un paso a la derecha, se queda frente a mi y me dice…  MUUUUUUU.  No sabia que hacer era un bicho enorme, el pastor me explico que estaba en su camino, porque era por donde había menos piedras. Me aparte a un lado y sin hacerme caso, siguió su camino.

Parada en Triacastela para comer y pasar por una farmacia a comprar algo fundamental….. unas compresas con alas. Pero siguiendo el consejo de la simpática farmacéutica, opte por unos salva slip de algodón, mas amorositos. Después de recuperar fuerzas, tomas la variante del camino por San Xil. Después de caminar 4 horas mas y sin encontrar un bar cambiar los calcetines y lo mas importante, alimentarse con una cerveza, mis pies empezaban a hincharse, de tal manera que por un momento creo oír a Roberto decir .”Sr Frodo Sr Frodo”. Afortunadamente encontramos un riachuelo para poder sumergirlos. A unos 2 km encoframos un hostal y decidimos parar. Una increíble tortilla de patas y una jarra de sangría para cenar y a descansar. A Roberto le empezaban a dar la lata las ampollas. Al día siguiente nos esperaba otra dura etapa.








3 comentarios: