Eso fue lo que hicimos hace dos fines de semana en el San Yago.
Cuando nos dirigíamos hacia Cies para hacer una ruta de senderismo, recibí la autorización para hacer una vista a la isla de San Simon. Al leer les dije a los tripulantes, “Tengo una sorpresa, tenemos autorización para visitar la isla de San Simón, ¿os apetece?”. Como os podéis imaginar, hubo un si rotundo.
Así que nos dirigimos a Cies para hacer la ruta y a las 15 horas salimos rumbo al fondo de la ria de Vigo. Son solo dos pequeñas islas, pero durante el recorrido, corto pero intenso. Me di cuenta al ver esa sonrisa en la cara, que había acertado.
Y os diré una cosa, aunque me dé vergüenza decirlo, era la primera vez que la visitaba.
Estuvimos muy poco tiempo y tengo que volver. Las fotos que veis, son las únicas que hice ese día. El entorno, la luz..... si definitivamente tengo que volver.
Me gustan y estoy seguro que a ti tambien… solo por ver esa sonrisa, merecen la pena esas visitas sorpresa.
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